domingo, 13 de diciembre de 2015

Primer paso

Cuando deseas cambiar de vida, los primeros pasos son los más difíciles de dar. No estás acostumbrado a caminar por un sendero diferente al de antaño y cada centímetro que avanzas parece un mundo nuevo. Y de eso es precisamente de lo que voy a hablar hoy: de uno de mis primeros pasos en cuanto al concepto de relaciones amorosas.

Estaba de marcha nocturna por una ciudad diferente a donde resido actualmente, cuando conocí a una chica que me pareció bastante interesante. Lo que más me llamó la atención de ella era su personalidad y sus gustos, muy similares a los míos. Cuando un chico dice que la mejor cualidad de una chica es su personalidad, algunas mentes podrían interpretar que la chica en cuestión no es demasiado hermosa. No era el caso. Además de simpática era guapa, pero lo que más me gusto fue su personalidad ¿vale?. Sí, los chicos también podemos alabar aspectos más allá de las curvas de una mujer...

Pasamos bastante tiempo juntos, nos caímos genial y empezamos a hacer planes para el futuro. Cabe destacar que en esta primera parte no estábamos en una discoteca bailando ni bebiendo alcohol, solo conociéndonos. También debo decir que no era un desconocida más que sale por la noche, simplemente coincidimos en un cumpleaños.
Todo iba como la seda hasta que fuimos a la discoteca y empezamos a beber. Odio las discotecas, me parecen un triste lugar. Quizás sea porque no estoy acostumbrado a bailar mucho, porque no me gusta demasiado beber alcohol, porque me canso enseguida, porque la música está tan alta que algún día me van a reventar los tímpanos... En serio, ¿que demonios les veis a las discotecas de bueno?

En la pista de baile, la chica y yo nos fuimos distanciando. Ella bailaba mucho, por lo que habían bastante hombres a su alrededor, yo en cambio bailaba como un pato mareado en busca de un pequeño estanque con agua. Y ahí, en medio de ese caótico espectáculo no se me ocurrió otra idea que plantarle un beso en los labios. O más bien intentarlo, porque me esquivó. ¿Cómo puedo describir la sensación que tenía en ese momento? Quieres irte a tu casa, meterte en la cama, encerrarte bajo las sábanas y gritar maldiciones.

No me habló durante unos minutos y más tarde, con la mente fría, intentamos conversar. Decidimos volver a empezar como si nada de eso hubiere pasado. Como si pudiera desaparecer esa incomodidad de golpe. Dijimos de ser amigos, yo tengo su número de teléfono y ella el mío, sin embargo seguramente nunca volveremos a hablar. ¡Vivan las comedias románticas!

Vaya menudo palo ¿no?. Pues señores, no me arrepiento. Era una chica maravillosa y si no íbamos a más, seguramente no nos hubiéramos vuelto a ver. En cambio, si aquel descabellado plan salía bien, quien sabe todas las aventuras que podríamos vivir juntos.
Estoy contento, es lo que más he avanzado con una mujer en toda mi vida. Y he fracasado, sin embargo:
"El fracaso es solo la oportunidad de comenzar de nuevo de forma más inteligente"-Henry Ford

En esta vida, éxito y fracaso van de la mano. Es necesario conocer uno para experimentar el otro. Algunos podrían pensar que ésto es patético, pero yo estoy orgulloso de mi mismo. Me he obligado a tomar el camino del cambio y aquí cada fracaso es un éxito.

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