jueves, 15 de diciembre de 2016

Una fuerte presencia

En la última entrada hablé sobre la importancia de comer sano y hacer ejercicio. Acabo de zamparme un par de polvorones, donuts y un montón de cereales con muchísima azúcar. Me siento como un cerdo hipócrita. Oig, oig. El caso es que no tenía hambre, pocas veces tengo realmente hambre. A veces me pasa, es decir me pongo a comer sin parar y sin plantearme qué estoy haciendo, casi inconscientemente. Debe de ser un aspecto psicológico en vez de un mecanismo puesto en marcha por mi cuerpo para sobrevivir.

La verdad es que mi mente no es lo completamente sana que podría ser. Os diré que para mí una mente sana en una mente que no se preocupa de sucesos que ya han pasado o que todavía están por ocurrir, que no busca la aceptación de los demás, que no desperdicia su tiempo viendo estúpidos programas televisivos o repitiendo esas películas mentales una y otra vez.

A veces quiero llorar desconsoladamente. Miro hacia el pasado y me hace mucho daño, miro hacia el futuro y me dopo de esperanzas que en el fondo sé que probablemente son totalmente inútiles. Pero no consigo derramar una sola lágrima. A lo mejor no lo he intentado lo suficiente, quizá mi maldita mente se está riendo de mí: ¡No te va tan mal chico, sigue como hasta ahora, sumido en ilusiones y deseos. Sigue siendo usado por mí!

¡No quiero! No. Se acabó seguir siendo controlado por mi mente. Para hacerte mucho más fuerte debes utilizar tu mente únicamente para lo que quieres, no permitir que ella te utilice, te llene la cabeza de imaginaciones sobre el futuro o preocupaciones del pasado. Pero yo ya no quiero eso. Un nuevo entrenamiento se presenta ante mí, mucho mas difícil que cualquiera que haya llevado a cabo: una batalla contra mi propia mente, un duelo para recuperar el control de mi cuerpo y aumentar mi presencia en esta realidad, en lugar de mis numerosas aventuras al reino de la imaginación.

Lo único que hay que hacer en este entrenamiento es mantenerse presente. Ser consciente en todo momento de tu propio cuerpo en esta realidad, analizar tus emociones, administrar eficazmente tu tiempo, no pensar más de la cuenta. Sí amigos, pensar es una auténtica enfermedad, de las más peligrosas que te puedes encontrar en esta sociedad desarrollada. No tienes que pensar más de la cuenta. Si no puedes cambiar algo en este preciso momento, no te sumas en pensamientos pasados o futuros: elige usar a tu mente para lo que desees y evita que ella te usa a ti. Esta es la base de la meditación, por cierto.

Un auténtico guerrero no huye de la realidad, sino que la afronta, se mantiene plenamente consciente de cada mota de luz que encuentra en el eterno ahora. No existe pasado ni futuro, todo se desarrolla aquí y ahora. Esa es la clave de la vida. Por tanto, para este solitario entrenamiento (solitario porque en esta sociedad rara vez se ven personas que caminen por la calle plenamente conscientes de cada paso que están dando, cada cantar de los pájaros) debo examinarme continuamente a mí mismo y encontrar el botón mágico: aquel botón que al pulsarlo la mente se apaga completamente y tú te encuentras sumamente concentrado en lo que estás haciendo ahora: ya sea dar un paseo, subir escaleras o hacer la cama cada mañana.

Será un entrenamiento realmente difícil, pues es muy complicado sobreponerte a la mente hoy día, con esta sociedad a tu alrededor lleno de marketing, vendedores de sueños en forma de lotería o personas pensando en su jubilación cuando tienen 40 años. Basta ya maldita sea. Yo no puedo ser así, no me puedo permitir ser tan débil como para ser arrastrado por esta fuerte corriente de inconsciencia, ilusiones y preocupaciones. Debo ser fuerte.
Acabaré con una cita de El nombre del Viento, uno de mis libros favoritos:
"Mis mayores éxitos fueron producto de decisiones que tomé cuando dejé de pensar e hice sencillamente lo que me parecía correcto"

Resultado de imagen de aqui y ahora citas

sábado, 10 de diciembre de 2016

¡Ejercítate, demonios!

Las cosas no han salido tan bien como yo quería este nuevo curso de la universidad. Recuerdo pensar en vivir un montón de cosas nuevas, practicar algunos deportes de riesgo, irme bastante de fiesta con compañeros de clase o aprender muchas otras cosas aparte de lo que se da en la uni. Pero no, las cosas rara vez salen tan bien como uno quiere. Pero...

Sí hay algo de lo que estoy bastante contento: del ejercicio físico. Yo quería establecer un programa físico lo más eficaz para la quema de grasa y obtención de músculo y lo he conseguido. Y mucho más difícil aún, lo he seguido. Llevo ya tres meses con dicha rutina y me siento mejor que cuando empecé. Lo noto al mirarme en el espejo, pero también si me examino concienzudamente. Realmente el ejercicio puede hacer milagros disolviendo el estrés y las preocupaciones y procurándote un estado de alegría. Si no quedáis convencidos de mis palabras, proponeos un difícil día de entrenamiento en la naturaleza, recomiendo hacer ejercicios corporales (con el peso de vuestro propio cuerpo), y de camino a casa, totalmente exhaustos, mirad el estado de vuestra mente. ¿No os sentís mucho más calmados y en paz?

Gran parte del ejercicio que practico se debe gracias a un blog que considero el mejor en materia de deporte y nutrición: fitnessrevolucionario.com. Descubres cosas maravillosas. Y también lo podrida que está la sociedad. Quiero decir, el autor de esta web muchas veces comparte artículos donde desmonta los grandes consejos de la nutrición y el ejercicio: que si comer cinco comidas diarias, que si desayunar como un rey y cenar como un mendigo, que si ir al gimnasio es lo mejor para ponerte en forma... Y sabéis por qué los supuestos expertos en nutrición y deporte sueltan todas estas mentiras, por intereses económicos por supuesto. De este modo, encuentras una pirámide alimenticia donde los cereales ocupan un lugar privilegiado en la base, mientras que los patrocinadores de los estudios que han llevado a construir esa pirámide son AllBran o Kellog's.

Por ello en los últimos dos meses he intentado aprender a cocinar alimentos mucho más naturales y he notado una mejoría en la báscula, y mucho más importante aún, en mi propio cuerpo. Me siento mucho mejor. Quizás penséis que esto es terriblemente difícil, pero os aseguro que no tanto. Como todo en la vida es bien sencillo si sabes cómo. Echarle un vistazo al blog que os he sugerido arriba y si queréis más información comprad algunos de sus libros. Muchísimas dietas fracasan por el hecho de tener que pasar hambre obligatoriamente para bajar de peso. Esto en el libro "El plan revolucionario" que encontraréis en el blog, en una soberana tontería: debes comer la cantidad que te pide el cuerpo, es lógico. ¿Os imagináis una vida entera pasando hambre? ¡Horrible!.

En mi caso empecé siguiendo un programa de ejercicios corporales extraído del libro "Desencadenado" también del mismo blog y más adelante me descargué "El plan revolucionario". Además de proporcionarte un mes de comidas, enseñarte que alimentos son los mejores para nosotros o desmontar algunas mentiras en torno al miedo a la grasa y el colesterol, por ejemplo, cuenta con un grupo de facebook que te apoya y puedes preguntar dudas allí. Siempre suelen responder. Por último, estoy pensando en empezar otro programa, esta vez usando pesas rusas o ketllbells (recomiendo primero jugar con tu propio cuerpo y luego pasar a jugar con objetos externos), de un libro del blog llamado "Efecto*Ketllbell".

Como podéis ver, he cumplido bastante bien con mi meta de volverme más fuerte en le plano físico, aunque sé que todavía tengo mucho que mejorar. En ocasiones pienso en los fantástico que estuviera hoy si hace tres o cuatro años atrás hubiera descubierto este blog. Pero el pasado es el pasado, y la vida es y será siempre presente, así que más vale que me concentré en lo que puedo hacer aquí y ahora en lugar de los que podría haber hecho entonces.

Acabaré con un consejo para el yo del futuro que relea este artículo:
Tú, maldito holgazán, más vale que estés comiendo sano y haciendo mucho ejercicio porque si no te mataré, te sacaré los intestinos y me haré un bonito columpio con ellos. Sé donde vives.
...
Creo que esto ha sido demasiado raro hasta para mí...

miércoles, 7 de diciembre de 2016

Perdona

Hace ya casi cinco meses que no publico nada por aquí. Ni en ningún sitio. Me refiero a nada importante, por supuesto. Si contamos con esos tontos tweets, esas conversaciones de Whatsapp repetitivas y sin sentido o esos proyectos de escribir algún relato inacabado, entonces llevo mucho menos.
¿Por qué vuelvo a escribir? No lo tengo nada claro. Quizá me sienta triste y busque algún lugar para reflejar sin tapujos mis sentimientos, quizás el libro que estoy leyendo: Tokyo blues, me inspire a escribir unas líneas. Ya os hablaré más adelante de él si considero que tiene peso en mi vida. Quizá escriba ahora porque quiero ser más fuerte. Esto ya lo había dicho y sin embargo quedó como los chapuceros relatos que jamás acabé. De ahí el título de este artículo: perdona. No va dirigido a ti, mi fiel lector. No, aunque si realmente querías haber escuchado algo sobre mí estos meses lo siento. Ponme un comentario si así lo deseas y nos sumergiremos en mi apasionante vida. Pero esa disculpa inicial iba dirigida exclusivamente a mi persona, por no haber sabido aprovechar el tiempo todos estos meses, por haberme sumido en la depresión, en la fría soledad, por haberme abandonado en muchos aspectos de mi vida, por haberme salido de esa senda empinada que es el ser cada día más fuerte.

No estaba seguro de querer retomar estos relatos, al menos en este mismo blog. Sentía que algo había cambiado y que quizás lo mejor fuera empezar uno nuevo o borrar absolutamente todo lo que he escrito anteriormente en este. Pero no lo voy a hacer, pues siento que esos antiguos escritos son una parte de mí. O quizá es que sea demasiado cabezón como para borrarlos, no lo tengo claro. A decir verdad, creo recordar que la razón que me llevó a empezar este blog es exactamente la misma que la que me conduce a retomarlo: volverme más fuerte. Así es, quiero plasmar en una hoja aquellas cosas maravillosas que he hecho a lo largo del día con el objetivo de inspirar a que tome muchas más aventuras y recordarme a mí mismo que cada día soy un poco más fuerte y sabio. No obstante, a decir verdad en alguno artículo pasados intenté conseguir lectores y es posible que me esforzará más en complacerlos que en reflejar realmente lo que se me pasaba por la cabeza en ese preciso instante. Un error tremendo. Y bastante ridículo si piensas que con toda probabilidad yo no tenga ni un solo lector permanente, únicamente aquellos que encuentran por casualidad esta página y se marchan tan rápido como vinieron. Ahora me da un poco más igual.

Mis artículos son bastante variados y se adaptan perfectamente a mi estilo de vida y humor en el momento de sentarme frente al ordenador: verás escritos humorísticos, de protesta, de amor, de odio de soledad, o completamente depravados. Además en las últimas publicaciones intenté acompañar el texto siempre con una imagen para aportar un elemento más visual, pero ahora parece que ya no me importa tanto.

Bien, creo que esto ha sido todo por hoy. Mañana escribiré un poco más. Ahora mismo tengo muchísimas cosas que quiero compartir con ustedes, sin embargo es hora de dormir. Realmente espero que esto no muera, es decir, que mantenga por siempre este esfuerzo que supone abrir mis sentimientos para examinarlos detenidamente, detectar errores, abrirme a nuevas aventuras e ir consolidando mis ideales por el camino.

Atentamente,
Un alma perdida en busca de fuerza.

jueves, 11 de agosto de 2016

Confesión: Debo salir del armario

Estas líneas no son unas cuantas más. Cada palabra muestra mis más profundos secretos, aquellos que durante mucho tiempo he estado ocultando en mi corazón guardado en un armario cerrado. Pero ahora tengo la llave en mi mano y estoy dispuesto a sacarlo todo, sin dejar una sola mota de polvo por revelar. Así es, hoy empezará un nuevo amanecer en mis relaciones amorosas, hoy estaré un paso más cerca de la felicidad gracias al sendero que revela la verdad. No me importa lo que la gente diga de mí, ni de sus prejuicios; me da igual que algunos me miren con repugnancia, que los curas me echen agua bendita para intentar "purificarme", que los doctores me receten pastillas para intentar "curarme". NO ME IMPORTA. A la mierda la sociedad y sus habitantes. Esta es mi verdad: yo soy... basta de prejuicios; yo soy... basta de represión; yo soy... debo salir del armario; YO SOY un pervertido sexual!!!

Eso es cabrones, soy una polla gigante en busca de agujeros gigantes. Proceso un amor libre: me da igual que sean rubias o morenas, que tengan las tetas grandes o pequeñas, el coño rasurado o peludo. Si eres vegetariana tendrás un nabo en tu boca, unas naranjas en tus manos; si no lo eres te daré un salchichazo en la cara mientras me comes los huevos. ¿Eres pija? Me correré en tu boca ¿No? Pues lo haré sobre tu ropa. Eres novata: te revelaré un nuevo mundo blanco; eres adolescente: lo haremos toda la noche; una milf: te reventaré el culo sin piedad; una anciana: te haré recordar la magnífica juventud. Si me toca una muy de Instagram la dejaré hacerse un selfie mientras me come la polla y subirla. Me tiro a una friki y le golpeo la carra con la polla gritando ¡Látigo Cepa!
¿Eres china? Te follo. ¿Española? Me la comes. ¿Latina? Te enculo. ¿Japonesa? Te vuelvo a follar (me cuesta mucho distinguir a los asiáticos, para mí todos son chinos).
¿Tienes novio? Nunca se enterará ¿Tu novio me está mirando cuando te toco el culo? No pasa nada, si yo en realidad soy homosexual.
Invocarás a Dios cuando te la meta, gritarás "Oh my God" si eres inglesa, quizás "Kami" si eres japonesa, en cualquier caso disfrutarás cuando me corra en tu boca.
Ojos verdes: la chupa. Se maquilla: la chupa. Tacones: la chupa. Lee este blog: la chupa. No lo lee: también la chupa.

Soy el Dios del Amor Libre: ¡Amaos los unos a los otros como yo os he amado! Basta de prejuicios, de miradas de asco. SALID TODOS DEL ARMARIO y gritemos todos juntos: ¡Por un mundo con más mamadas!

Pd.: Joder que bien sienta decir la verdad...

miércoles, 10 de agosto de 2016

Una triple, por favor

Debido a las fiestas mi, por lo general, tranquilo pueblo ha cobrado vida y está más ruidoso y movido que nunca. En parte por eso decidí irme aquella noche solo a mi campo: para desconectar del escándalo que produce el desfile de moros y cristianos y las retretas que, imagino, únicamente son un pretexto para que la gente se emborrache mientras anda con una minifalda y tetas postizas por las calles.

A eso de las 11 o 11:30 estaba alcanzando mi clímax: eyaculé grandiosamente en el pequeño cuarto de baño. Magnífica sensación ésta: no importa nada en ese momento, no existe pasado ni futuro, tenemos el poder agarrado en nuestras manos, somos reyes, reinas y... Ahhhhh!
Inmediatamente después me entraron remordimientos por lo que me pasé como media hora buscando blogs que, introducido literalmente en Internet, "te cambien la vida". No me convenció lo que vi y llegó el turno de los libros. Encontré una colección de cuentos de todo tipo reunidos bajo el título de Objetos frágiles, que en realidad poco tenía que ver con el propósito original. Lo descargué ilegalmente y mientras esperaba que terminase de bajar aquella patada en los huevos figurados del autor me lavé los dientes.
Al entrar en el oscuro cuarto de baño, momentos antes estaba disfrutando del mismísimo paraíso, me acordé que no había traído cepillo de dientes por lo que fui a mezclar agua con sal y enjuagarme (idea, por cierto, de un amigo que seguro se convertirá algún día en Premio Nobel). Al coger un pequeño vaso para realizar la susodicha mezcla, se me resbaló accidentalmente de las manos y se partió en mil pedazos en el suelo.
(El libro que descargué después
de masturbarme)
Cogí la escoba y el recogedor, barrí, levanté la mirada y le dije a Dios: -vale ya lo pillo Objetos Frágiles si, que bueno, ya, frágiles porque se rompen con facilidad como el vaso: frágil sí eh. ¿Te estás divirtiendo allí arriba? ¿Es tu venganza por la piratería o por la masturbación?
Termine de recoger los últimos pedacitos y me fui a la cama. A eso de la 1 de la madrugada estaba alcanzando mi clímax: eyaculé magníficamente en el pequeño cuarto de baño. No podía dormir bien. Al acabar cogí el libro en pdf que me descargué anteriormente y me leí el primer cuento: nada mal. Una bonita historia que tuve el placer de leer antes de acostarme de nuevo. En mi cama una felicidad me invadió repentinamente: nunca se acuesta uno sin aprender algo nuevo.
A la 1:40 estaba alcanzando mi clímax: eyaculé magníficamente en el pequeño cuarto de baño. Tampoco podía dormir. Al acabar cogí mi pequeña libreta y apunté mis actividades nocturnas mientras me decía en voz alta (no demasiado alta que tengo vecinos y las ventanas están abiertas; hay que mantener las apariencias) : "soy un perturbado mental". Me voy a dormir esperemos que a la tercera vaya la vencida.

Pd.: No sé si me hice tres o cuatro porque no recuerdo si la primera fue una doble seguida.

sábado, 6 de agosto de 2016

¿Qué es lo que quieres?

Me levanto a las tres de la tarde. No recuerdo que hice anoche: demasiado alcohol. No tengo hambre, no tengo ganas de leer, ni de escribir, o de jugar a la Play; no me encuentro bien, no me siento vivo. Pasa una hora, dos, tres, todo el día desperdiciado, el tiempo arrojado violentamente contra el suelo y pisoteado. Se hacen las siete y media de la tarde y decido caminar: quiero alejarme de las casas, de los coches, de las personas, de las palabras; por eso decido subir a una montaña cercana. Contemplo mi pequeño pueblo: las casas son de miniatura y no soy capaz de distinguir a las diminutas personas, son hormigas..no, más pequeñas e insignificantes: bacterias. Desde aquí los problemas parecen realmente lejanos y, sin embargo, sé bien que muchas cosas dependen de esas insignificantes bacterias. Yo, mucho mayor que ellas, comprendo que puedo enfermar al entrar en contacto con ellas y sucumbir. Necesito penicilina: me recuesto sobre una roca, saco mi libreta y mi bolígrafo se desliza velozmente sobre el papel.
Mis sentimientos se hacen más claros: estoy inundado por la tristeza por ello me voy a preguntar a mí mismo algo muy importante. ¿Qué es lo que quiero? Ahora mismo tan solo quiero  acostarme sobre esa otra roca y mirar las nubes. Lo hago. Necesito un propósito que me haga sentir vivo. Vaya, una idea ha aparecido en mi cabeza sobre lo que me gustaría hacer este verano. ¿Habéis visto el manga Golden Boy? Seguramente no, da igual, no todos son tan frikis como yo así que aquí va un resumen: es un chico que desempeña trabajos temporales y se mueve bastante. Siempre va de un lugar a otro con su bicicleta y una pequeña libreta donde toma notas de todo lo que va aprendiendo en su camino. Lo que más le gusta es aprender algo nuevo. Aprender, aprender, aprender.
Me gustaría ser como ese chico, luchando continuamente por aprender algo nuevo. En primer lugar ya no veré la televisión: es una perdida de tiempo y limita enormemente la creatividad de uno. Quiero aprender a hacer pan casero y a respirar. Sonará bien tonto pero respirar es bastante importante y muchos no lo hacemos de la manera óptima. Además hoy en lugar de salir de fiesta me quedaré cenando en casa de mi tía y me acostaré temprano para salir a correr mañana por las montañas. Debo cambiar.Golden Boy manga capitulos 1 en Español Página 36

miércoles, 3 de agosto de 2016

Formas de divertirse

Ya estamos en Agosto, un mes en el que las niñas de 13 años se pueden vestir con pantalones que enseñan medio culo (como lo hacen en invierno) y en lugar de ser putones es simplemente que hace un calor de cojones. Este mes trae consigo multitud de fiestas en mi pueblo y en las ciudades cercanas, lo que significa mucho alcohol, marihuana y sexo (lo último no se aplica en mi caso).

Estoy seguro que todo sería maravillosamente divertido si:
1) No juera tan cobarde y me atreviese a ligar con alguna chica.
2) Supiera bailar y moverme por las barracas en vez de estar haciendo el pato mareao en una esquina con mis compañeros.
3) Si tuviese compañeros que no fuesen tan pringaos como yo.
4) Si disfrutara bebiendo alcohol y escuchando la última bazofia de Daddy Yankee
5) Si al llevar 5 horas de pie en el mismo lugar taladrando mis tímpanos no tuviera ganas de morder violentamente a la gente.

Sip, seguramente si cumpliera estos requisitos me lo pasaría como un enano con la llegada de las fiestas, pero como no cumplo ninguno me voy a cagar en toda la juventud y en su asquerosa manera de divertirse.
Para colmo mis amigos, que tampoco los cumplen, siempre me dicen de salir. ¿Para qué demonios?¿Es que no os aburre la misma mierda de siempre?¿No os dais cuenta de que mientras los que no tienen semejante cara de gilipollas como nosotros se follan a las tías más buenas, nosotros permanecemos asustados en una esquina como malditas ratas?¿Es eso divertido?

Encima si me niego a quedar se enfadan conmigo: ¡joder tío que aburrido eres!¿Por qué no sigues a las masas?¿por qué no repites sus mierdas, vistes como ellos, te ríes de sus chistes? NO QUIERO. No me gusta hablar del último episodio de Mujeres, hombres y viceversa, ni quiero escuchar música comercial, sin alma, mientras voy borrachísimo, ni desperdiciar la mitad del siguiente día por haber ahogado mis penas en Larios o Negrita. Paso de vuestras drogas, de vuestra "fiestas grandiosas". YO SOLO QUIERO VIVIR Y DIVERTIRME EN EL CAMINO, NADA MÁS. Bueno y follar.

Resultado de imagen de diviertete a tu manera 

 SÉ FELIZ,

 DIVIÉRTETE A TU MANERA

domingo, 17 de julio de 2016

La razón por la que estoy aquí

Realmente estoy planteándome por qué sigo escribiendo artículos aquí: ya ha habido varias veces que lo he dejado de lado y no he escrito nada durante meses. También sé que no soy nada famoso en Internet y dudo mucho de que haya un solo lector que procure seguirme constantemente. Supongo que la mayoría de las visitas (de las pocas visitas que tengo) será de gente que encontrará este blog aleatoriamente y tras unos segundos saldrá. El interés se refleja en los comentarios que han dejado mis cuantiosos fieles tras 32 artículos escritos hasta el presente día: 0.

Entonces, ¿qué me hace seguir aquí? Veréis creo que sé bastante bien la respuesta. No es por la fama ni por el dinero (pues claro que no, jamás he pretendido conseguir un solo céntimo con ésto). Quizá es un poco para desahogarme de la presión que me suele producir esta sociedad a veces tan injusta y cruel. Camino por las calles en plena noche, en una gran ciudad un sábado fiestero; veo tíos aparentemente bastante inferiores a mí intelectualmente, culturalmente e incluso físicamente que se están besando con una chica guapísima y siento una gran necesidad de quemar las malditas calles hasta los cimientos, abrir a la pareja en canal y nutrirme de sus senos, ¡oh dulce canibalismo, déjame saborear los glóbulos rojos de tus manjares! Sin embargo esta sociedad opresiva tiene la tonta costumbre de castigar a los que rajan de arriba a abajo a una persona para comerse sus entrañas, por ello me intento desahogar escribiendo por Internet semejante mierda como la que acabo de escribir unas líneas arriba.

El Estado condena que nosotros, la gente anormal, se desahogue comiendo otras personas, sin embargo para el Estado es mucho peor desahogarnos escribiendo por Internet. Según ellos si tenemos algún problema debemos solucionarlo comprando productos que nos hagan sentir bien por un breve período de tiempo, en lugar de escribiendo: que es gratis y además que podemos apartar a las personas de sus garras. Al menos comerte a otro da algunos beneficios por ejemplo la pasta que se dejan tus padres en comprar unas pastillas que curen a su hijo gilipollas de ir por la calle mordiendo a la gente.

Sin embargo la principal razón por la que continuo publicando estos apuntes es que así de cierto modo, quizás un poco cutre pero que no deja de ser un modo, me obligo a vivir más experiencias dignas de ser contadas en este blog; me pongo como meta aprovechar el día lo máximo posible realizando nuevas aventuras o intentando seguir ese sueño fugaz que rápidamente se escapa de mis manos. Debo cambiar, volverme más fuerte, vivir más el momento, intentar pintar un cuadro, escribir un libro, hace parapente, recibir calabazas de una top model rusa, romperme un diente intentado aprender muay thai o hacer el indio en la plaza central de mi pueblo. Eso es lo que mantiene vivo este pedazo de mi historia.

En conclusión, para los hijos de puta que lean esta entrada: que sepáis que la razón por la que continúe aquí a pesar de tener cara de gilipollas no es por vosotros, es únicamente por mí mismo, para llegar a ser alguien mejor, subiendo cada día un poquito más.


domingo, 10 de julio de 2016

La mesa de piedra

Me dije a mí mismo que este verano sería diferente a los demás, sería especial, aprovecharía todos los días para vivir una nueva experiencia, para hacer algo que me entusiasmara. No está siendo así del todo. Hoy por ejemplo he pasado la mayor parte del día desaprovechando el tiempo: he hecho muy pocas cosas. Sin embargo a las 20:15 he decidido salir a correr, un poco de mala gana. Y ha sucedido algo especial.

Veréis, ayer estábamos hablando algunos amigos en la calle por la noche cuando miré al cielo y dije algo de que me gustaría subir a una montaña y ver las estrellas (las luces no lo permiten). Entonces un amigo me dijo un buen sitio para hacerlo que denominó "la mesa de piedra". Todo muy normal pero, en esa misma noche, cuando dormía he soñado con eso. No recuerdo dónde estaba, tampoco quien me lo dijo; solo recuerdo la frase: "busca la mesa de piedra".

Justo cuando me he empezado a correr, me ha venido a la cabeza este sueño. El caso es que no estaba corriendo el lugar donde está realmente, sino por otra ruta alternativa que ya había recorrido. En el momento en el que la recorrí por primera vez, me llamó mucho la atención la gran cantidad de conejos que huían velozmente cuando me acercaba. También me que asombrado al ver a una rabosa en lo alto de una montaña: nunca antes había visto una y son muy escasas donde vivo.

Pues bien al empezar a recorrer el camino, han aparecido los conejos justo como en la primera vez. Y al continuar la he encontrado: la mesa de piedra. Aunque era simplemente tres bloques de piedra en el suelo sujetando a una enorme piedra que supongo estaría en una montaña cercana, me ha extrañado mucho. Es como si se hubiera cumplido el sueño, parecía un maldito milagro. Claro que desde un punto de vista más racional, el hecho de tener en mi subconsciente la mesa de piedra, quizás ha contribuido en gran modo a que me fijara en ella. Quizás no es nada espectacular, únicamente una pequeña coincidencia. Simplemente la primera vez que recorrí el camino no me fijé en ese pequeño detalle.

Regresando a casa estaba pensando en este asunto, reflexionando sobre los sueños, los milagros y las coincidencias, preguntándome si escribir esto en el blog cuando he visto el perfil de la rabosa de mi primer viaje. Quizás sea solo una coincidencia, o puede que los humanos llamemos a esas coincidencias que nos llaman tanto la atención milagros. No lo sé, pero lo importante es que me alegro de haber salido de mi casa, de haber vivido esta experiencia. Las experiencias están llenas de cosas maravillosas que merece la pena probar por eso debo tomarme más enserio el vivir cada día de forma especial, ver con mis ojos más milagros y poder contároslo a todos vosotros. Nos vemos pronto.


sábado, 9 de julio de 2016

Dinero

Estaba pensando que el dinero no es tan importante para ser feliz, pero realmente sí tiene un papel que jugar en esta aventura que es la vida. Busco en Internet experiencias increíbles y todas ellas tienen un precio: paracaidismo 100€, rafting 20€, noche en una cabaña construida en un árbol de un parque natural: 200€, sexo con una mujer: 50€ (el precio incluye las mentiras para hacerte sentir bien como “qué pene más grande tienes” o “me encanta que un gordo asqueroso se siente encima de mío”).

Una experiencia que estoy viviendo ahora mismo es un curso sobre drones (60€). Estos robots son realmente útiles y tienen un gran número aplicaciones: espiar a tu vecina, espiar a la hija de la vecina, espiar a la pareja de perros fornicando de tu vecina. Estoy enfermo. Por supuesto los drones no son baratos, lo que no sienta bien al bolsillo del aficionado a estas máquinas pervertidas voladoras, pues se rompen al mínimo roce. O al ser golpeados con una piedra por tu vecina enfurecida.

Es en este entorno capitalista donde muchas personas aspiran a llegar más lejos en el terreno económico: a tener trabajadores a su disposición, a vestir con un traje Armani de 5000€ o a hacerse necesario el comprar un Mercedes. Sin embargo se olvidan de los pequeños placeres de la vida, de caminar sin prisas simplemente por tu propio gozo, de ver un amanecer o de respirar profundamente en medio de ninguna parte. Es entonces cuando les criticamos, les decimos que el dinero les ha cambiado, que el egoísmo les ha atado de manos y pies. Y sin embargo somos nosotros quienes se los permitimos, quienes compramos esas zapatillas producidas por trabajadores explotados en Vietnam, quienes compramos sus productos sin necesitarlos para nada.
Por ello yo quiero, como todo el mundo, vivir una vida ganando lo suficiente para no tener que preocuparme de mis números en la cuenta bancaria cuando tengo que pagar una experiencia alucinante. Pero siempre llevando cuidado de no trabajar demasiado, de no hacer lo que me gusta, de no pasar el tiempo suficiente con mis amigos, de no leer ese libro tan bueno que llega a mis manos (que bajo ilegalmente en Internet).


El dinero es importante pero más importante es recordar que simplemente es una herramienta para alcanzar nuestro propósito, el de todas las personas: la felicidad.



(En la foto se muestra una sencilla planificación mediante post-its con la que puedes administrar mejor el dinero para las experiencias increíbles)

jueves, 7 de julio de 2016

El mundo está jodido

Soy un joven estudiante de 19 años y escribo un libro, lo que es algo anormal en un chico de mi edad. Hoy en día podemos considerar cosas normales de gente de mi edad el estar conectado en todo momento e informar a los demás las cosas de mierda que están haciendo en sus monótonas vidas (y hablando de mierda: no le acabo de ver el sentido a twittear: “Cagando”, me parece algo desagradable). Más cosas normales: vestir a la moda que se traduce en llevar unas camisetas con estampados de hojas de marihuana (algunos chavales más pequeños llevan de hojas de palmera, me pregunto si realmente sabrán que son diferentes), llevar gorras con la talla sin quitar: ¡mira mira que pedazo de cráneo tengo nena!, o ponerse unas zapatillas blancas feísimas que no sé de dónde mierda las sacan. La literatura ya no se considera una actividad normal para adolescentes a no ser que te pilles la biografía de Cristiano Ronaldo o el “libro troll” de ElRubius. Y esto es uno de los motivos que me impulsaron a escribir: si la maldita Belén Esteban saca un libro y se convierte en bestseller, imaginaos a qué nivel se debe elevar un libro escrito por alguien que no sea deficiente perdido.

Como ya habrás observado, la juventud de hoy en día está bien jodida. Estudio ingeniería por lo que estoy bastante al tanto de las nuevas tecnologías y aun así no comprendo qué le puede ver la gente de divertido a pasarse 5 horas diarias en el maldito Facebook. ¡Ni en mis mejores tiempos con el pokemon me viciaba tanto! Eso sí los cabrones de hoy adictos al móvil eran los hijos de puta del pasado que me decían friki por jugar a la consola.

Si nos alejamos de los jóvenes y nos centramos en las personas maduras, también podemos observar ciertos patrones. La mayoría de ellos viven resignados en un trabajo sin futuro. Le dan su vida a las multinacionales a cambio de 1500 euros al mes. Con ese dinero, si te sientes algo deprimido, puedes ir a un Corte Inglés y pillarte una televisión plasma, un frigorífico que mantiene los alimentos frescos más tiempo o una bicicleta estática que seguramente pronto dejarás de lado. Y así se crea la falsa ilusión de libertad, pues esos trastos los vas a tener que ir pagando y de este modo te atas cada vez más a un trabajo que te drena la vida. Es decir, las personas maduras también están jodidas.

No tienes que trabajar por siempre, solo la mayor parte de tu vida hasta que te jubiles. Es entonces cuando puedes hacer todo lo que desees, ya no tienes que mantener un horario laboral de 9 horas diarias y puedes empezar a disfrutar de la vida. Sin embargo, ahora estás viejo y sin fuerzas y no puedes hacer lo que antaño habrías deseado. Así que para mitigar el dolor, enciendes la televisión y pones el telediario o el fútbol, o simplemente te reúnes con tus colegas ancianos para quejarte de lo mal que está la juventud en la actualidad. Los ancianos también están jodidos.

El mundo entero está jodido, todos construyen sus propias mentiras, viven con demasiadas contradicciones. No me gusta, ¿hay algún modo de romper con esta trágica rutina? Yo viviré bajo mis propios ideales, sin tener que inclinarme ante nadie. Antepondré la libertad a la obligación, la diversión a la monotonía, la realidad a la fantasía. Yo definitivamente necesito un cambio drástico.

miércoles, 6 de julio de 2016

Hipocresía y contradicciones

La vida está vacía. Somos seres humanos: nacemos, nos reproducimos y morimos, entonces nuestros hijos pasan a ocupar nuestra posición en el tablero de la existencia. ¿Hay en este proceso básico que se ha dado por los siglos de los siglos algún lugar para que exista un propósito por el que vivir?
Así lo sostienen las religiones, las muchas religiones. Nos adoctrinan de distintas maneras, nos enseñan múltiples dioses y nos dicen que  el suyo es el único y verdadero dios, el cual debemos aceptar en nuestros corazones. La situación se complica aquí: ponen un montón de libros en la mesa y nos piden que cojamos uno, ¡y más vales que escojas bien si no deseas acabar con Lucifer! (o si lo deseas, hay personas satanistas).

Esa elección no te pertenece, por supuesto, pues ellos te dirigen la mano, o quizás tu educación, o tus prejuicios, o tus relaciones personales.  ¿Defiendes que lo has escogido tú conscientemente? Entonces porqué el número de practicantes de una religión está determinado por la cultura, la raza o el país al que pertenecemos. ¿Acaso dios es racista?

El hombre siempre ha buscado su sentido y las religiones se lo proporcionan. No es de extrañar, por lo tanto, que se cometan tantas locuras injustificadas en nombre de un dios. Recordad los buenos tiempos de la Inquisición, las fabulosas “guerras santas”. ¿No sabes absolutamente nada de historia? No te preocupes, solo comprueba la actualidad. Hoy mismo han anunciado que un suicida se ha hecho explotar junto a decenas de personas en un aeropuerto de Turquía. ¡Dios es grande!
Espeluznante, no hemos progresado nada. Los hombres necesitan que alguien les diga qué hacer, que les hagan sentirse útiles, que les den un propósito. Las religiones únicamente triunfan tanto porque se alimentan de la debilidad humana. Por eso yo odio las religiones.


Por cierto, estoy bautizado, comulgado y confirmado en la iglesia católica. Ya lo sé joder es muy contradictorio pero es que el mundo está lleno de contradicciones. Además he hecho un gran progreso intelectual desde que me confirmé. Por ejemplo antes cuando esperaba que el cura me diese el “cuerpo de Cristo” simplemente no pensaba en nada. Ahora seguramente pensaría en si en lugar de meterme en la boca el pedazo de pan, el cura estaría deseando meterme otra cosa. Sí, un gran progreso intelectual.

Tampoco todos los curas tienen que ser pedófilos que va, habrá algunos que en lugar de niños prefieran cabras. Supongo que la gran mayoría lo hará con las mujeres que se confiesan o con prostitutas, así como para purificarlas o bendecirlas o algo así (nota mental: nueva frase para ligar: habré la puerta y prepárate para la entrada del todopoderoso, guiño, guiño). Porque seamos sinceros, eso de mantener el celibato es una leyenda, no puede ser real, nadie puede tener tanta fuerza de voluntad. Es como el relato del paraíso con Adán y Eva, el arca de Noé o una chica que no desee un marido cachas y con dinero: un cuento chino.

Realmente los seres humanos son hipócritas: intentan mantener la paz con guerras, políticos corruptos levantando países progresistas, jueces comprados administrando justicia. Y a mí, que vivo en un mundo egocéntrico y espeluznante, con guerras y hambrunas, millones de niños en un estado precario y se me concede esta horrible contradicción: mi grotesco sentido del humor.

viernes, 20 de mayo de 2016

El camino para volverse fuerte

¿Soy fuerte? Es una pregunta que actualmente se me está pasando por la cabeza. No me refiero al aspecto físico, es más bien a mi interior, a mi estado mental. Lo cierto es que me encuentro en una situación conflictiva conmigo mismo. Hay cosas que detesto y que aún sabiendo que no me va a servir para nada más que para dañarme, las hago. También hay oportunidades que amo y dejo escapar. ¿Por qué hago ésto?¿Qué es lo que está sucediendo en mi interior?

Existen tantas contradicciones dentro de mí que a veces siento que me odio a mi mismo. He conocido la soledad, quizás no una soledad abrumadora pues si tengo algunos amigos, pero en el fondo muchas veces me siento solo. Y sin embargo no hago nada para solucionarlo. No me gusta sentir que estoy perdiendo el tiempo, que no he hecho nada valioso a lo largo del día, y aún así pierdo el tiempo. Me digo que soy diferente al resto del mundo, que tengo otra personalidad, secretos y pensamientos que nadie conoce, y aún así voy en la misma dirección que todos.

Ahora mismo no soy fuerte, soy muy débil. No me refiero débil comparado con las demás personas, ésto únicamente me concierne a mí. Soy débil porque no puedo controlarme, no me obedezco, pienso que algo está bien y sin embargo hago lo contrario, o simplemente no tengo el valor para hacerlo.

No quiero ser tan débil. Debo volverme más fuerte, llegar un día en el que sea capaz de controlarme a mí mismo, que conozca todos los secretos de mi mente, que cumpla todo lo que me prometo. Entonces, ¿cómo puedo hacerlo?

Una de las cosas que más hago es volverme "inconsciente", poner el piloto automático. Por ejemplo voy a un lugar mientras pienso en que haré después, o cuando voy a estudiar fantaseo con vivir aventuras increíbles. He llegado a plantearme si no sería mejor abstraerme de esta realidad tan frustrante y centrarme en mi mundo de fantasía y mentiras. Al fin y al cabo, la realidad también está hecha de mentiras y sueño rotos. Pero no soy feliz de esta forma. No soy capaz únicamente de esconderme en mi mente sin hacer nada por mejorar está realidad.

Por ello, el primer paso para volverme más fuerte, es estar habitando dentro de mí, ahora, en esta realidad, en este lugar. Hacer que mi cuerpo se mueva hacia donde le ordene mi mente, y hacer que mi mente siga a mi cuerpo en cada paso que da. Debo ser yo mismo, ningún otro personaje inventado en mi subconsciente, o quizás conscientemente, no estoy seguro.
Por eso, cuando surja un pensamiento inconscientemente voy a intentar averiguar el por qué, y si no sirve para nada, si simplemente es una fantasía, una preocupación o ansiedad lo desecharé. También quiero que se vuelva un hábito preguntarme a mi mismo: ¿es ésto lo que realmente quiero hacer en este momento?¿estoy aprovechando el presente?

Llevaré a cabo estas medidas lo mejor que pueda y ojalá llegue un día en el que pueda escribir con toda la seguridad y sin miedo a equivocarme: me he hecho más fuerte.

Operación bikini mis cojones

Maldito estrés que llevo estos días!!! Como ya sabéis estoy en la universidad y se aproximan los exámenes finales. El cuatrimestre anterior me fue de puta madre, aprobé todas mis asignaturas; sin embargo, este cuatrimestre seguramente me caiga una y jamás he estudiado en verano. 
Esa es otra putada, se aproxima el puñetero verano y todavía no he llevado a cabo la operación bikini, joder.

Estaba a punto de salir a correr como un desgraciado, pero justo entonces he pensado ¿operación bikini?¿Eso no es para las chicas? Ya me entendéis, son las mujeres las que llevan puesto un bikini en la playa o piscina, no los hombres. Bueno algunos hombres los llevarán digo yo: cada loco con su locura ¿no?, aunque queda un poco raro. Señores, si vais a poneros un bikini, al menos deberíais depilaros el pecho. Igualmente vais a hacer el gilipollas, pero al menos tendréis un pechito increíble.

Lo que trataba de plantear era que si deberíamos llamar a la operación bikini masculina, operación bañador o algo por el estilo. Hace poco leí por las noticias que más del 50% de los hombre utilizan bañador en lugar de bikini, por lo que tiene lógica este nombre. Y así, entre pensamiento y pensamiento, bikini y bikini, se me ha pasado el tiempo de irme a correr y ahora debo estudiar para los exámenes. Me odio a mi mismo. Pero soy genial. Al lío.

Últimamente he hecho bastante ejercicio, salgo a correr 2 veces por semana, hago boxeo otras 2 y en mi casa me pongo a hacer algunas flexiones de vez en cuando. Sin embargo lo que más me falla es la alimentación. Algunas de mis ocupaciones son libros, ingeniería, videojuegos, anime..., es decir soy un puto friki (y muy orgulloso). Y como todo friki que se precie es absolutamente indispensable que viva con mis padres, claramente. Por tanto, es mi madre la que hace la comida, los días que no voy a la universidad.

Moisés, en su sabiduría, bajó un día del monte Fuji con las tablas de piedra que rezaban: 'Desayunarás como un rey, comerás como un príncipe y cenarás como un mendigo'. Es decir, nuestra cena ha de ser ligera, lo necesario y no más para pasar la noche. Este aspecto no lo cumplo, pues yo siempre suelo cenar bastante fuerte. Pero cada vez que le digo a mi madre que yo me hago la cena o que no cocine tanto, me encuentro con una réplica al estilo: "tienes que cenar porque eres joven y estás creciendo, y harás lo que yo te diga o me quito la alpargata y te golpeo desde aquí hasta Madrid". Con esas palabras a ver quien dice nada. 

Conclusión: debo seguir esforzándome con el ejercicio, mientras estudio para mis exámenes y me enfrento a mi madre con el tema de la maldita cena. Supongo que me llevará su tiempo: Roma no se hizo en un día. Verano, maldito cabrón, te estás acercando demasiado rápido. ¡Espérame!

sábado, 23 de abril de 2016

Niño bueno, niño malo

Tío como me revienta todo el asunto de ligar, de verdad. Y eso que yo ligo muy poco, demasiado poco para todo lo que salgo de fiesta y tal. Tengo miedo al rechazo, miedo a hablar con chicas, cosa tan natural.
Quiero cambiar, necesito cambiar, debo cambiar. Es totalmente ilógico, teniendo en cuenta los pros y contras de lo que podría pasar, el no querer intentar algo con una chica. ¿Qué va a ser lo peor que puede pasar? Un no y a otra cosa mariposa.
Quiero hacerme malo. Es un poco raro pero es lo que quiero. Muchas veces las personas somos tan gilipollas que no sabemos que queremos algo hasta que no nos lo ponen en la maldita punta de la nariz, jugamos al juego de quiero lo que no tengo. Por eso quiero hacerme malo, porque odio las contradicciones del amor, si es que existe. Querer a una chica y ligar con otra para provocarle celos, decir que no te importan las apariencias y gastarte una pasta en un rolex o maquillarte hasta entre los dedos de los pies, pasar un mal rato en una relación y aun así seguir en ella...
Me reviente joder, vaya mierda de amor o lo que quiera que sea eso. Quiero hacerme malo y llegar un día en el que sea yo quien controle todos esos delicados hilos, que lo encuentre simplemente divertido, como un baile bien ejecutado.

Esta noche salgo. Pues bien, quiero entrar a más tías de las que he entrado en mi puta vida (tampoco es un reto muy complicado). Quiero besar a alguna sin compromisos, jugar con varias a la vez, bailar sin que me importen lo que piensen de mí, beber hasta que me dé la puta gana. Quizás haya gente que se ofendan, pero lo siento ya estoy yo hasta los cojones de ofenderme por gilipolleces. Estoy hasta los huevos de lo fácil que le resulta ligar a algunos, de esas gente que se morrea con todo el mundo, de que me guste una chica y ya haya gente yendo a por ella. No, esta vez quiero ser yo quien haga eso y más. Mi aspecto físico es bastante bueno, me considero una persona inteligente también, me falta valor. Soy un maldito cobarde, aunque no estoy seguro que me impulsa a no actuar. Da igual no lo necesito saber, me falta con superarlo, con empezar a arriesgarme. Un nuevo camino se me abre ante mí, y aunque no tengo ni idea de adonde me va a llevar, quiero seguirlo.

No seré tan débil para envidiar a aquellos con parejas, para compadecerme de mí mismo por esta soledad, tan débil de quedarme en un oscuro rincón del pub esperando que me llegue la maldita inspiración divina, o esperando a esa mujer super ideal que me va a sacar de este estado. No, cambiaré y lo haré yo mismo. Definitivamente.

martes, 12 de abril de 2016

-Hijo, deja de estudiar y bebe alcohol

Para ser profesor de la universidad debes tener unos cuantos estudios: máster, doctorado y oposiciones. Lo cual no significa, me cago en la puta, que todos los profesores sean súper listos y divertidísimos. Los hay de todos los tipos: empanados, locos, ingeniosos, pasotas, genios y gilipollas. Sin embargo hoy quiero centrarme en el que yo considero mi mejor profesor de este cuatrimestre, en concreto en un consejo que nos dio.

El señor en cuestión tendrá cuarenta y pocos años y, como nosotros, estudió ingeniería. Ahora además de darnos clase, trabaja en una empresa privada montando proyectos. Lo que más destaca de él es un sentido del humor y su gran ingenio; creo que al ser tan joven puede entendernos y comprende las preocupaciones de un adolescente. Predijo que las vacaciones de Semana Santa no íbamos a dar un palo al agua y que luego las bibliotecas se llenarían de caras arrepentidas, y vaya si se llenaron.

Sin embargo no nos dice: "¡estáis en la universidad, tenéis que estudiar mucho y llevar las cosas al día!", nada de eso. Más bien todo lo contrario: "Estáis en una edad magnífica en la que podéis salir a la calle y comeros el maldito mundo. Ya habrá tiempo para estudiar y trabajar cuando seas mayor. Las preocupaciones llegarán algún día, hasta ese momento aprovechar todo lo que podáis. Iros de fiesta, disfrutar la juventud, si tenéis la ocasión de tomar un golpe el lunes no la desaprovechéis. Tampoco digo que bebáis lunes, martes y miércoles. Simplemente cuando vayáis a estudiar, realmente poneros a estudiar y aprovechad el tiempo"

Tiene toda la razón maldita sea. Muchas veces siento que estoy perdiendo el tiempo, que estoy malgastando mi juventud, que he caído en la rutina. Y sin embargo miro de un día a otro y me doy cuenta de todo el tiempo que desperdició estando delante de un libro sin leerlo o haciendo un puñetero trabajo en dos horas, cuando podría hacerlo en diez minutos. Y no digo que la clave sea ir con prisas, por supuesto que no lo es. Pero me doy cuenta de que si tengo que hacer un maldito croquis de una pieza de dibujo, el tiempo máximo son 20 minutos y no 2 horas.

Tengo que aprovechar mejor el tiempo y empezar a hacer muchas más actividades. Tengo un pabellón en mi misma universidad, así que cuando esté algo cansado de estudiar me relajaré en yoga o haré algún circuito. Eso sí cuando me ponga a estudiar pienso aprovechar el tiempo al máximo. Que paséis un buen día y recordar divertiros todo lo que podáis.

jueves, 24 de marzo de 2016

Rompecabezas

Hace ya algún tiempo conocí a una chica muy interesante, sin embargo empecé a profundizar con ella hace tan solo unos pocos días ya que estuvimos los dos solos. No hubo ninguna caricia ni nada de eso, aunque en cierto modo no descarto la posibilidad de encariñarme con ella a un nivel más profundo, como pareja, sin embargo ¿serán mis sentimientos correspondidos? Quién sabe. Ojalá que sí pero todo es incierto y de lo contrario sería muy aburrido. Pocas cosas son más exquisitas que tener un misterio encerrado en el jardín de tu casa.

Entonces ¿qué es lo que más me llamó de ella?¿Sus ojos, su pelo, su mirada, su pasado, su trabajo, su coche, sus padres, su sonrisa, sus pechos, su forma de vestir? No, nada de eso. Todo en cierto modo, pero lo que más me apasionó de ella es su filosofía de vida. Imaginaos una chica con mucho que ofrecer, con una inquietud propia de un niño pequeño en una tienda de juguetes, el deseo de vivir cada día como si fuese el último, de romper con la monotonía de la rutina, de sumergirse en lo desconocido y bucear por esa gran aventura que es la vida misma. ¡Maravilloso, absolutamente maravilloso!

Sin embargo, esta deliciosa característica suya se ha convertido en un auténtico rompecabezas en mi cabeza. Ambos tenemos los mismo gustos y me gustaría formar parte de sus aventuras e iniciar yo también un camino tan impresionante y variado como el suyo. Pero está ese maldito sentimiento que siempre se me escapa, que me hace sufrir en soledad y envidiar al resto. Es el cálido y venenoso amor. ¿¿Qué demonios hago?? Todas mis relaciones con mujeres han salido mal o sólo han existido en mi extraviada y débil mente, jamás he estado con una chica, nunca he sentido a nadie enamorado de mí como yo lo estuve de ella y tengo miedo. Miedo a lo que pueda pasar. Es una chica estupenda y una amiga increíble pero qué pasaría si doy el primer paso a una relación amorosa y me rechaza. Quizás ya no podamos volver a los que somos ahora y eso me disgustaría enormemente. Argh, cruel destino.

Ayer me fui a tomar algo con algunos compañeros para celebrar las vacaciones de Semana Santa y les conté un poco acerca de mi problema. Son mayores que yo por lo que han pasado por bastantes líos amorosos. El más mayor, unos cuarenta años, me contó que de lo que más se arrepentía era de las personas que amaba y se le habían escapado entre sus dedos y me aconsejó que no piense mucho en el futuro, simplemente me divierta cuando esté con ella. Lo que tenga que llegar llegará y no pienso solo esperar sentado en el sofá de mi casa. Me levantaré y cambiaré.

jueves, 17 de marzo de 2016

¿Una historia de amor?

Acabé mis exámenes del primer cuatrimestre por lo que decidí descansar e irme de vacaciones a pasar un fin de semana lejos. No os contaré exactamente a donde fui pero os diré que hacía frío, mucho frío. Fui con algunos conocidos y otros totalmente desconocidos para mí y fue de este último grupo del que apareció una chica que tambaleó todo mi mundo.

Así es, si no eres muy avispado y no lo has averiguado por el título, ya sabes que este relato es de amor. Prepárate para oir una historia de esas ñoñas.

La chica en cuestión y yo teníamos bastantes gustos en común: jugábamos videojuegos, veíamos series parecidas y ninguno se mostraba demasiado "romántico", es decir que quizás ni ella ni yo hayamos tenido nunca una relación especial (en mi caso es verdad, si bien ella si ha salido con algunos chicos). Sin embargo, sí que dábamos muestras de afecto: hablamos sobre temas profundos, reíamos juntos, nuestras manos de entrelazaban con frecuencia. Ya se que he dicho que ninguno era bastante romántico y esto parece contradictorio, pero así es el amor. ¡Qué excusa tan mala joder!


Los minutos pasaban y cada vez estábamos más unidos, pero ambos sabíamos que la aventura llegaba al final. Hubo un caso parecido en que intenté besar a otra chica y me hizo una cobra espectacular y me cagué en todo lo que se puede uno cagar. Sin embargo esta vez fui con más cuidado. El último día le pedí que nos siguiéramos viendo en nuestra vida cotidiana y le insinué que saliéramos juntos.

Bueno hasta aquí dura la historia, el resto es personal. Estaba muy cansado al llegar a mi casa así que me tumbé en el sofá y me dormí enseguida. Nah es broma, ¿pero cómo os voy a dejar yo con la duda en vuestra mente? Le pedí salir pero me dijo que no tenía tiempo, estudiaba y trabajaba. Aunque si que me dijo que nos veríamos de vez en cuando para hacer alguna actividad juntos. No me gustó demasiado la respuesta porque esperaba conectar con ella a un nivel más profundo, aunque podía haber sido peor hay que admitirlo.

En resumen que sigo más solo que la una, esta no es una historia de amor ni ñoñas porque en esas putas historias el chico siempre acaba con la chica y me cago en el amor y todas sus contradicciones e imperfecciones. Esas perfectas imperfecciones...

viernes, 4 de marzo de 2016

Como un rojo amanecer

Ayer estaba tan tranquilo paseando por el pueblo cuando, sin motivo alguno, sentí la irresistible necesidad de sacar la navaja y pegarle tres navajazos a alguien por la espalda. Así lo hice. La roja sangre me salpicó por la ropa y el pelo así que cuando llegué a mi casa lavé la camiseta que llevaba con una mezcla de Fairy y Ariel (por si acaso uno de los dos detergentes fallaba). Metí la cabeza en la lavadora pero me sentí mareado cuando empezó a entrarme agua en la boca y jabón en los ojos por lo que paré y mi cabello permaneció de rojo oscuro color sangre.

-¿Te has tintado de rojo?
-Que no joder, maté a un tipo y no pude quitarme los restos de sangre del pelo.

Pues eso amigos, que ahora llevó el pelo tintado de rojo, aunque más bien son como mechas que recorren toda la parte de arriba sin llegar a los laterales de mi cabeza. Era algo que llevaba un tiempo deseando hacer y por fin he dado un paso adelante y me he atrevido. No creo que me vuelva a tintar el pelo de ningún color. No, no es que no me guste, pero a decir verdad tampoco me apasiona muchísimo. Es diferente, aunque yo siempre me he considerado alguien diferente así que me viene como anillo al dedo.



Cuando estaba poniéndome el tinte en la peluquería, pensaba en lo mal que me estaba quedando. Pero una vez enjuagado el pelo y cortado, descubrí que para nada está mal. Aun así el resultado no me gustó demasiado y al día siguiente estaba bastante vergonzoso de mostrar el resultado por ahí. Sin embargo me he acostumbrado mucho más rápido de lo que pensaba. Este es el segundo día con el pelo rojo y me está enamorando. Al principio mi familia me miraba con una cara de ¿qué demonios has hecho?, algo así como mis amigos pero éstos últimos me tomaban el pelo (nunca mejor dicho, ¿verdad?). Sin embargo en poco tiempo se han acostumbrado también ellos. Aunque es cierto que todavía falta muchísima gente que me conoce y todavía no lo ha visto. Pero ya se acostumbraran. Y si no que se jodan.


Reflexionando me doy cuenta de que todavía es pronto para saber si me gusta o no, no lo he llevado el tiempo suficiente. Voy a darle una oportunidad haber como acaba, aunque sea como sea me alegro de haberlo hecho. No tanto por el resultado sino por el simple hecho de haberme atrevido, de haber dado el paso aunque fuese un completo desastre. Estoy a un paso por delante de superar mis miedos y me siento feliz por eso. Es mejor actuar y luego tener que arrepentirse que arrepentirse de no haber hecho nada. Este mes el rojo será mi color.


sábado, 20 de febrero de 2016

Boxeo como filosofía de vida

Buenas a todo el mundo, en especial a esas bestias grandes y sudorosas llamadas comúnmente boxeadores. Veréis, ya hace casi dos meses que estoy yendo a boxeo para principiantes. Hasta ayer mismo, nos centrábamos en el físico (correr, flexiones, abdominales...) y la técnica, pero siempre haciendo series (uno ataca, otro defiende). Iba genial pero en la última clase nos pusieron a hacer entrenamiento "libre" en el que ambos atacamos y defendemos simulando un combate real, aunque cortándonos a la hora de dar golpes.

El caso es que recibías golpes y si alguno piensa "ya hombre pero tenéis guantes gruesos y apenas se notará", pues métete tú, listillo, a ver lo que duras. Sí se nota, desde luego. Nunca antes había practicado ese tipo de entrenamiento y me impactó mucho. Cuando se ponían a atacarme, yo retrocedía, retrocedía, retrocedía y acababa en la maldita pared de aquel laberinto sin salida. Cuando me daban algún golpe pensaba "Joder como duele", empezaba a retroceder y porque había chicas que si no me hubiese llorado un poquito.

Sin embargo cuando salí de la clase me sentí perfectamente, nada de morados ni dientes partidos (recordatorio: comprar protector bucal, nunca se sabe). Supongo que esa "infernal" práctica no era tan dura como pensaba. La impresión del momento y el miedo es lo que me hizo cerrarme de pensamiento y simplemente resistir a que toque la campana de final de clase.

Mi profesor dice que el boxeo es como un baile, y los boxeadores son los bailarines que interpretan el juego. Me gustaría verlo de este modo y es que la vida está llena de situaciones similares en la que tu mente no te permite disfrutar del baile por miedo. Va s a una discoteca, observas a una chica guapísima y te alejas por miedo a ese golpe que está formado prácticamente de miedo, aun sabiendo que finalmente no será nada. Pues oye no voy a ser tan débil. Estoy dándome cuenta que quiero boxear, asumir el riesgo, besar, tintarme de rojo, sin importar esos pequeños golpes. El único fracaso sería no seguir adelante, que te paralice el miedo, el rechazo, o lo que puñetas sea. Empieza el juego

miércoles, 10 de febrero de 2016

Color rojo oscuro


Bueno amigos parece que al fin he acabado los exámenes de la universidad. Aún no me han dado las notas, ya comentaré cuales "he aprobado" y cuales "me han suspendido". Espero aprobarlas todas realmente, soy un maldito genio ¿qué esperavais? Ahora que ya no tengo que estudiar tanto puedo dedicarme a pensar en las cosas importantes de la vida, por ejemplo, ¿no creéis que el rojo es un color estupendo? (Si ya sé que la conjugación de "esperar" es con "b", era un chiste)

Siempre me ha gustado bastante el rojo, aunque mi color preferido era el verde. Pero definitivamente el rojo me gustaba más que el azul y haciendo memoria, nunca lo comparé con el amarillo. No se cuál ganaría. Y por qué demonios estoy diciendo yo ésto. Pues bien, estoy pensando en hacerme un cambio de imagen que podría considerar como bastante radical y es tintarme el pelo de color rojo oscuro. Sería la primera vez que lo hiciese y tengo mis dudas de si realmente me gustaría o no, por eso he hecho una lista de las ventajas y los inconvenientes.

¿Qué tendrán las mujeres de pelo rojo para atraerme tanto?
Ahora que me lo planteo, todos los inconvenientes podrían ser ventajas y viceversa. Por ejemplo, seguramente cuando me tinte de rojo muchas personas me mirarán y podría sentirme bastante incómodo, sin embargo también podría convertirse en atajo para superar esa vergüenza o timidez que siempre me han acompañado. A mis padres tampoco les hace demasiada gracia, y que se podría esperar si ellos han sido siempre bastante conservadores y cerrados. Este inconveniente se podría convertir en una ventaja, pues creo que ya va siendo hora de hacer las cosas que quiero sin que note la mano de mis padres detrás mío empujando hacia una determinada dirección.

Quizás algún día me quede calvo, para que engañarme a mi mismo. Entonces ya no podré tintarme de ningún color y podría arrepentirme. Además, creo que es mejor que estas cosas las hagas cuando eres joven en vez de a los cuarenta años y que tu jefe se quede pasmado con el color de tu pelo. Además un tinte se puede eliminar si no te gusta, cambiando a tu color natural o cortándote el pelo.

Lo cierto es que no estoy muy seguro de si me gustará o no el resultado, pero qué pasaría si me gustase. ¿Y si a una chica preciosa también le gusta y se acerca a hablar conmigo, y le invito a tomar algo, y luego me prepara una cena romántica, y le beso en los labios, y me acaricia suavemente mi hermoso pelo color rojo oscuro? Dios me voy corriendo a la maldita peluquería. Nah, pero en serio, me apetece hacerlo. Si no me gusta el resultado pues ya pensaré algo, y si a la gente que me mira no le gusta pues que le den porque es mi pelo y no el suyo. Haz las cosas que te apasionan, con dos cojones. Quedaros con esta cita:







martes, 2 de febrero de 2016

Humor inocente

Buenas tardes pajilleros. Hoy vamos a tomarnos esta entrada con un gran sentido del humor, de hecho os voy a contar un par de chistes, así para calentar:

-¿Por qué las mujeres tienen los pies más pequeños que los hombres?
-Para poder acercarse más al fregadero.


-¿Por qué todos los negros que vemos corren mucho?
-Porque los que no corren están en la cárcel.

¡¡¡Dios mío santo eres un machista, racista, asjsdkfhaoisdhf!!! Ya te dije al principio que te lo tomases con humor joder. Sí, es cierto, frecuentemente hago chistes racistas y machistas. Utilizo mucho el humor negro, pero no solo se limita a las mujeres, también critico a los hombres por ser unos inútiles pajeros. Y además de los negros, también me rió de los chinos por comer gatos o de los propios españoles por ser unos tocahuevos. Y me descojono constantemente de mi mismo. Soy un maldito perturbado con ganas de empotrar a todo lo que se mueva, aunque en este momento me tengo que controlar porque tengo que estudiar como un puto chino (sí otra vez con los chinos, ¿qué pasa?).
El caso es que me tomo con humor muchas cosas: situación política, religiones, carreras profesionales, series, canciones...
¿Significa eso que sea un machista o un racista? En absoluto. Si por hacer chistes de negros o mujeres soy un racista/machista, entonces también debería ser un puto misántropo, porque me río todas las personas.

El caso es que estaba el otro día de comida familiar y surgió el tema de la política. Yo no tengo claro quién es el mejor partido para formar gobierno, pero mi familia está en cuerpo y alma con el PP. De hecho si dices que vas a votar al coletas y mi abuelo te oye, agarraría la gayata y te abriría una brecha en la ceja. En fin, no sé cómo surgió el tema de los moros en España. Pues bien mi tía al principio dijo que respetaba las distintas culturas y razas.

Todo muy educado ¿verdad? Pues ni de coña, joder. Empezó a decir que no le parecía bien que las moras llevaran el burka, que olían mal, que no le gustaba estar con ellos en el autobús. Dijo que fue a la playa un día, observó a musulmanes orando y le dio asco, que no deberían haber mezquitas en España, que los niños musulmanes deberían meterse en una escuela para ellos. Ama a tu prójimo, dice la Biblia y ella llevaba una cruz en su cuello. Muy contradictorio es decirle a tus hijos que se hagan amigos de los chicos diferentes mientras piensas de esta forma, maldición. Me contó que en clase deberían haber cruces como en época de Franco y al empezar todo el mundo a recitar el Ave María. Y a quién no le parece bien que no venga a España. A mi no me parece bien y soy español joder, ¿que hago me voy?. Bueno para culminar con la maravillosa y educativa velada, dijo que los moros deberían ir a rezar a su país y en un ataque repentino de racismo levantó los brazos y empezó a gritar tonterías intentando imitar a los musulmanes.

Me cago en todo que familia de racistas tengo. Adivinad, por cierto, qué comimos ese día. Venga enserio intentadlo. No es pasta, tampoco ensalada. ¿Os rendís? Comimos kebab comprado en un asador donde trabajan moros. Tócate los cojones.


(Que buenas tetas tiene verdad??)

domingo, 31 de enero de 2016

Envidia

Hace algo de tiempo conocí a una chica especial. Ella es bastante friki: pasa horas viendo anime, juega muchos videojuegos y tiene bastantes rarezas. A decir verdad me sentí algo identificado con ella por el tema de que a mi también me gustan cosas que algunas personas podrían calificar de raras o para niños. En serio, odio con toda mi alma que me digan que un videojuego o un anime es para niños. Lo odio. Si madurar significa dejar de hacer las cosas que amas para convertirte en alguien que no eres, más preocupado por qué hacer en el futuro en lugar de qué estás haciendo en este momento, entonces madurar no tiene ningún sentido para mí. ¿Crecer significa dejar de soñar?
El caso es que a pesar de sentirme como esta chica al principio, luego me di cuenta de que tenemos muchísimas diferencias. Ella ha estado con bastantes chicos, baila muy bien, sale de fiesta cuando quiere..., y la empecé a detestar. Pensaba que alguien friki no podía tener novios, ni salir tanto de fiesta ni nada de eso, joder. Pero estaba completamente equivocado.

Cuando ya estaba un poco más calmado empecé a reflexionar. La chica en cuestión no es demasiado atractiva ni muy popular, entonces ¿por qué? Y lo descubrí. Es por el simple y maravilloso hecho de que ama hacer lo que hace y no le importa lo que los demás puedan pensar de ella.

Descubrí que mi odio se debía a envidia. Quería ser como ella, vivir como ella. Tal vez no tenga demasiados amigos pero ha encontrado aquellos que le comprenden y le valoran. Creo que es precisamente el hecho de que ama hacer lo que hace por lo que ha conseguido atraer a gente con los mismos gustos y aficiones.

Yo también quiero hacer las cosas que amo sin tener que dar explicaciones a nadie. Quiero ver anime, jugar a videojuegos, salir de fiesta, bailar hasta que me duelan las piernas, compartir mi vida con mis amigos, encontrar una chica especial que me ame o simplemente alguna relación intensa pero fugaz. Quiero irme a correr por la montaña, acudir a un festival de música, viajar, conocer a todo tipo de personas, ver un amanecer, practicar karate, disfrazarme para carnaval...
Joder, joder, joder, maldita sea. Soy un completo imbécil, un maldito infeliz. ¿Cuánto tiempo más voy a estar deprimido, pensando en para que vivo, o mi utilidad en este mundo?¿Soy tan débil de no poder hacer las cosas que amo? Además por qué cojones no lo hago. ¿Miedo al rechazo? No lo creo. Empiezo a pensar que ya es por costumbre. Parece que estoy atrapado en mis viejos y dañinos patrones mentales, esos que se repiten una y otra vez. Ahora mismo estoy en época de exámenes y entre hora y hora de estudio hay un tiempo en el que me lamento por mi maldita existencia. Si tengo tiempo para lamentarme por qué no aprovecharlo en hacer cosas que amo. Este debe ser mi principal objetivo, "ser un friki orgulloso" como algunos lo definirían. Yo viviré haciendo las cosas que amo, sin inclinar la cabeza ante nadie. Lo prometo.

sábado, 23 de enero de 2016

Dejar de pensar

Millones de pensamientos recorren nuestra mente a lo largo del día. Algunos son muy simples y otros realmente complicados. Sin embargo muchas veces son los mismos pensamientos, por ejemplo ¿qué hice mal con aquella chica? o ¿debería pedirle una cita?. Estas viejas cintas oxidadas se repiten en mi cabeza una y otra vez, y lo único que consiguen es que surja en mí ansiedad y preocupación. Por ello pienso que es tan importante dejar de pensar.

No, no vas a ser más idiota por pensar menos; de hecho no se trata de pensar más o menos sino de cuándo hay que hacerlo. Nuestra mente es una poderosa herramienta, también peligrosa, que debemos aprender a aprovecharla para sacar el mayor rendimiento posible a algunas situaciones. No obstante cuando el artesano acaba su jornada deja el martillo en la mesa; no lo lleva cuando come, ni lo empuña mientras habla con mujeres, ni se acuesta con él. Con la mente pasa parecido: una vez hayamos acabado nuestra tarea es preciso dejarla descansar. No tendríamos que comer mientras pensamos en lo que haremos después, ni estudiar haciendo planes para el fin de semana, ni bailar pensando en qué decirle a esa desconocida. Todo llegará en algún momento, así que porque no centrarnos en el ahora y permitir que el futuro venga tranquilamente.

Encontrar el botón de "apagado" en nuestra mente puede ser realmente complicado. ¿Puedes dejar de pensar cuando tu quieras? Yo al menos no. Pero una vez lo encuentras imagínate todas las cosas que podrías haber logrado sin esa limitación que en ocasiones se convierte la mente. Hay una chica guapa sentada a mi izquierda, voy a decirle algo; quiero ir a algún pueblo lejano a descansar, voy a preparar la maleta; me encantaría tintarme de rubio, voy a la peluquería. Situaciones tan hermosas y sencillas como hacer lo que amas, con la mente pueden ser un problema. Pero y si la chica me rechaza; tengo demasiadas tareas para irme de viaje; ¿qué pensaría la gente?


A partir de ahora, intentaré pensar más cuando tenga que hacerlo y menos en mi vida cotidiana. Mi propósito será pensar menos y sentir más. Quizá llegue un momento en el que una vez me haya enamorado y haya sido traicionado mi mente me diga algo como debiste hacerme caso, yo sabía que esto pasaría. Intentaré mostrarle una sonrisa y seguir haciendo aquello que amo. Que los demás piensen lo que les venga en gana, yo sencillamente dejaré de pensar.


miércoles, 20 de enero de 2016

Entrenamiento sentimental

En medio de mis exámenes, estoy descuidando un tanto mi forma física. No tengo un cuerpazo con abdominales de hierro que atraen a las tías como avispas a la miel, pero me gusta cuidarme un poco. Aún así, tengo mucho camino que recorrer. Creo que jamás he comido sano por lo que aunque salga a correr de vez en cuando no supone demasiada diferencia en mi aspecto. Debo entrenar más.

Sin embargo, hoy vengo a hablar de otro tipo de entrenamiento. No se trata de cultivar el cuerpo levantando pesas ni de trabajar la mente memorizando datos. Es más bien, entrenamiento para cambiarme, para conocerme mejor, para atreverme. El objetivo del entrenamiento que estoy planteando es mejorar mis relaciones con las mujeres. Sí, no suena demasiado bien, pero que más da.

Sigo sin novia y bastante cerrado hablando con chicas, especialmente cuando se trata de ligar con alguien en una discoteca o un pub. Por eso cuando acabe los exámenes quiero irme a alguna ciudad marchosa yo solo y empezar a hablar con todas las chicas que pueda. Lo cierto es que al principio no creo que sea divertido, ya que me dará corte y tal. Ese día no iré a divertirme sino a trabajar. Intentaré conseguir tantos rechazos como sea posible. Suena patético, quien querría hacer eso, estás loco...
Me la suda. Y no estoy loco, mi madre me hizo pruebas. ¿Con quién demonios estoy hablando? En fin.


Llevo tanto tiempo solo que quiero cambiar sea como sea, echar miradas provocativas a las mujeres, que me muestren su sonrisa. Hay dos formas de cambiar: pasito a pasito o a lo loco. Prefiero la segunda. Una vez que en la noche haya hablado con treinta tías y me hayan rechazado, seguramente a la número treinta y uno le tenga menos miedo. Joder que triste, de esas treinta y una supongo que alguien me aceptará, tampoco soy un chico tan horrible.
El caso es que este día voy a ir con todo para aprender y conseguir avanzar en mi vida sentimental. Además no beberé. Quiero que sea tan difícil como sea posible y supongo que tendré que conducir por lo que el alcohol no es una opción. Pero primero lo primero que son mis exámenes. Yo definitivamente voy a ligar más.

jueves, 14 de enero de 2016

Hacer el indio con mis amigos

Hola mundo. Hace tiempo que no te veo pues paso la mayor parte del tiempo encerrado en mi casa estudiando para los exámenes de la universidad. Y como todos sabemos, cuando se trata de sentarte enfrente de un libro a estudiar, tu mente se desplaza hacia toda clase de pensamiento filosófico y revelador: ¿cómo será ser una mosca?,¿qué haré después de los exámenes?,¿es cierto que el zumo de naranja pierde sus vitaminas si no lo tomas rápido?...

Pues bien, me he dado cuenta de algo. Los exámenes significan el fin de la mitad del primer año en la universidad (el curso se divide en dos cuatrimestres) y no he aprovechado para conocer a mis compañeros de clase fuera de la uni. Tan sólo fui con ellos a una fiesta pero me gustaría ir a sus pueblos y aprender sus costumbres, las diferentes formas de vida, sus perspectivas del mundo...

Siempre intento tomar la iniciativa y organizar una comida o salir de noche por alguna ciudad, pero casi todas las veces la idea queda ahí. Por ejemplo, estas Navidades pensamos en quedar algunos amigos pero realmente no lo llegamos a hacer. Maldita sea. Ahora mismo es imposible por el tema de los exámenes, pero a inicios del cuatrimestre siguiente quedaré más con mis colegas y saldremos de marcha, o dormiré en alguna de sus casas, o iré a su pueblo y que me enseñe los lugares interesantes.
Debo mantener este pensamiento ya que los exámenes duran como dos semanas y si lo voy olvidando, cuando llegue el momento será igual que las Navidades: mucho decir pero poco hacer.

Quiero divertirme con ellos, bailar con ellos, hacer el indio con ellos, conocer chicas guiados por sus consejos, dormir con ellos. Nada en plan sexual; lo siento caballeros pero amo a las mujeres, a pesar del aparente acuerdo de ellas por no devolverme ese sentimiento. Aunque si es cierto que tengo una compañera en la que me estoy fijando. Creo que no tiene novio y podría funcionar, pero por otro lado si fallo podría suponer bastante incomodidad en clase. Argh que difícil. Intentaré avanzar con ella después de exámenes, aunque lo haré despacio por si acaso. En fin, yo cambiaré y quedaré más veces con mis amigos. Pero lo primero es lo primero y debo concentrarme en mis notas. ¡A estudiar como un condenado!

domingo, 10 de enero de 2016

Moriría con un sonrisa

Maldita sea, me acabo de levantar y estoy que echo humo. Ayer tuve una discusión con mis padres. Ellos sostenían su visión acerca de la vida, en concreto de MI vida. Si hay algo que odio de mis padres es que tengan que elegir por mí. Siento que mis estudios, mis relaciones con amigos, o la falta de ellas, mis gustos, mis limitaciones, mi propia concepción del mundo en el que vivo es producto del camino que recorro empujado demasiadas veces por ellos.

Quiero libertad. Tengo 18 años y quiero la libertad de poder cometer mis propios errores, hacer estupideces, enamorarme de cosas que luego me harán daño y tendré que superarlas, vivir de acuerdo con mis ideales, aprender sobre mí mismo y sobre el mundo que me rodea, y superarme cada día para que llegue un tiempo en el que pueda vivir una vida feliz.



En concreto la discusión empezó por una actividad que quiero hacer, y la oposición de mis padres por considerarla peligrosa. Hace unos meses me saqué el carnet de coche, sin embargo siempre me voy a algún lugar con él es a la universidad, o a las mismas rutas de siempre. Quiero la libertad de poder ir a donde quiera sin tener que dar explicaciones.

No puedo seguir nadando en esta pecera tan pequeña y monótona en la que se ha convertido mi vida, necesito un cambio, salir a ese gran mar de ilimitadas posibilidades. A veces me quedo hasta tarde en la universidad, "tarde" según mis padres. Vuelvo a casa a las 10:30 y ellos insisten en que no debería quedarme tan tarde porque podría pasarme algo y mientras yo estoy por ahí están muy preocupado por mí. No me importa en absoluto. Si volviendo de la universidad con el coche tuviera un accidente que me costara la vida, moriría con una sonrisa en la cara, porque estuve haciendo lo que quería hasta el final. ¿Os parece egoísta?,¿Pero qué pasa con tus familiares que estarán muy tristes con tu muerte?Por el amor de Dios, todo hombre debería poder elegir como morir. Tampoco es que vaya a morir conduciendo hacia la universidad, joder. Pero, valga la redundancia, me parece triste que piensen que es triste morir haciendo lo que quieres hacer en lugar de lo que deberías hacer, que sería estudiar mucho, trabajar duro para ganar un dinero que no puedes disfrutar, tener hijos y morir siendo muy mayor sin sentir que has hecho locuras en tu vida. Es horrible.

sábado, 9 de enero de 2016

¿Por qué bebemos alcohol?

Las fiestas de Navidad para los adolescentes de 18 años como yo conllevan casi obligatoriamente beber alcohol. Pensad en la buena combinación que hacen una botella de ron y un móvil con los números de mis exnovias, es algo maravilloso. O lo sería si hubiera tenido alguna novia...Vuelvo enseguida, voy a comprar ron.

No suelo beber mucho, únicamente cuando salgo a una discoteca o algo por el estilo. No obstante, en algunas ocasiones he bebido de más y me gustaría hacer un análisis de cuál puede ser el motivo para que a los jóvenes nos guste tanto esta droga.

Una de las razones más importantes es la gran aceptación que tiene el alcohol entre los adolescentes desde tiempos remotos. La sociedad no critica demasiado el alcohol como la cocaína o la marihuana, aunque no tengo claro si es peor que esta última. Tampoco es que sea un amante de la marihuana ni nada de eso. ¡Abajo las drogas!

La siguiente razón es el simple hecho de ponerte a hacer el gilipollas sin que te importen las opiniones de los demás. Maravilloso. Pero al ir alcoholizado te puedes pasar del límite entre no importar la opinión de los demás y no respetarla. Aun así espero que llegue el día que no me avergüence de hacer un poco el payaso, o bailar como un pato sin tener que beber.

Por último, en el libro El poder del ahora, el autor explica que nuestra vida cotidiana puede estar llena de preocupaciones y ansiedad debida a no vivir en el momento presente, sino estar más pendiente del pasado y el futuro. Puede, no estoy seguro, que el alcohol sea una vía de escape de ese vida para reconectar con el presente. Dicen que cuando vas borracho no piensas mucho y las personas solemos pensar demasiado. Se ha vuelto una enfermedad (palabras del libro). Desgraciadamente te vuelves dependiente de una actividad para vivir en el ahora, actividad que a posteriori presenta contraefectos.

Conclusión: no quiero beber. Llegará el día en el que viva aquí y ahora sin alcohol, el día en el que pueda hacer el payaso sin preocupaciones. Yo voy a cambiar.